Queridos paisanos y colegas
Me vais a permitir unas líneas, para contaros algo sobre los "pioneros" de la radioafición en "Orihuelica del Señor".
El primero, empezó en los años 30 del pasado siglo y fue Ignacio Sánchez Ballesta, EA5BM, en el número 3 de la calle Francisco Die (ahora calle Santiago). En 1933 obtuvo la licencia EAR- 314. En 1934 cambiaron los indicativos en España a los que ahora conocemos, por distritos, y pasó a ser EA5BM, indicativo con el que consiguió el Primer Premio del "I Concurso de FAR" en 1935.
Las actividades de los radioaficionados en España, estuvieron suspendidas desde 1936 hasta 1949. Bien es cierto que a pesar de las restricciones, muchos colegas se la "jugaron" manteniendo contactos a corta y media distancia, sobre todo después de la finalización de la II Guerra Mundial en 1945 y hasta la regulación y dependencia del Ministerio de la Gobernación en 1949.
Según me han contado, Ignacio pudo rescatar y validar de nuevo su indicativo EA5BM a partir de 1949. Era maestro de obras, muy conocido en Orihuela y hermano del médico pediatra Santiago Sánchez Ballesta. En 1950, posiblemente influenciado por su hermano Ignacio, obtiene el indicativo EA5DP. Como anécdota, fue mi médico desde los 0 a los 6 años, edad en la que nos trasladamos a Canarias, además éramos vecinos, yo vivía en el 28 de la calle Santiago. Siempre, en Canarias, mi padre me hablaba de su hermano Ignacio y la gran antena de hilo largo que atravesaba la calle Santiago.
Como caso curioso, debido a la escasa actividad femenina en la radioafición por aquellas fechas, fue la existencia de una radioaficionada entre los años 1949 a 1958 María Dolores Celdrán Berenguer EA5EC, con domicilio en la Plaza de la Merced, 2. A partir de 1958 causa baja, sin poder averiguar cuál fue el motivo.
Creo que es bueno, conocer nuestros orígenes y los primeros que llevaron esta inquietud y bendita afición a Orihuela.
73,s Antonio Bueno EA8FN Las Palmas de Gran Canaria.
Agradezco la colaboración de Isidoro Ruiz-Ramos EA4DO, poseedor del mayor archivo de datos sobre la radioafición española y de Antonio Colomina Riquelme, oriolano hasta la médula, que por e-mails y la lectura de su libro «Orihuela, sus calles, sus plazas, sus gentes» me ha podido situar en lugares y hechos de mi «mi pueblo y el vuestro» que no conocía desde mi marcha en 1950.